Autobiografía 4a. entrega

En que chingados estaba?
Ah, sí... Como llegue de nuevo con tata grande.

La abuela fue la primera en observar el ASQUEROSO contenido de la famosa caja de zapatos, y al observar a tan ABOMINABLE engendro emitió un alarido que alertó a todos en la rancheria, Tata grande llegó cojeando en putiza a ver que pedo y al observar mi deforme y nauseabunda fisonomía pues se le paró su diminuta y PUTRIDA verga de tan enfermo que estaba y allí mismo me hizo un deeptroathfuck, al llevar tanto tiempo sin tragar ni madre pues yo mamé y mamé con desenfreno esa pequeña y deliciosa astilla (decir tranca sería un poco exagerado) hasta que obtuve el miserable chisguete de ese tibio y SUCULENTO semen que durante algunos meses fue mi única fuente de alimento. Tata grande estaba encantado con su nuevo objeto sexual que además de mamarle la verga con un gusto increíble, disfrutaba enormemente el sentir sus rasposas y artríticas manos de duvalin masajear mis casi inexistentes huevos y que hasta fiestas le hacía para sentir sus callosos dedos en el fundillo, de tal manera que entre los dos, padre-hijo y a la vez abuelo-nieto, día a día nacía una enfermiza forma de cuasiamor que rebasaba todo lo conocido en tata grande; a tal punto que el sólo de apacigüaba cuando me usaba y yo sólo estaba sin chillar cuando le chupaba la verga o me ensartaba un dedo en el culo.

Mientras tanto, mi santa madrecita al sentirse liberada de la carga que representaba para ella andar por la vida con semejante engendro, no tuvo más opción que regresar súplicante al hogar familiar dispuesta a ser sobajada, humillada y culeada hasta el cansancio con tal de obtener el perdón paterno.

Cuando llegó a casa varias cosas sucedieron.
-el verme tranquilamente amarrado en el corral retosando en la mierda, fue tal su angustia que por poco se desmaya.
-tata grande la recibió a punta de chingadazos por haberlo privado de sus ingresos en la pulqueria.
-fue tal el gusto de los hermanos por tenerla de vuelta que todos se la cogieron varias veces de tanto que la extrañaban
-al ver que tata grande y yo nos llevábamos tan bien empezó a ser un poco más feliz

Con el paso del tiempo, la lepra, la tuberculosis, la cirrosis y la sífilis, entre todas terminaron por llevarse a la tumba a la abuela, fue entonces cuando mi santa madrecita ocupó su lugar como mujer de la casa y del señor de la casa, conviertiéndose oficialmente en la concubina de mi tata grande... Desde entonces formamos esta gran familia incestuosa y disfuncional.

Poco después de morir la abuela, tata grande decidió que debíamos irnos de esa puta rancheria, pues ante la SORDIDA situación familiar éramos blanco de burlas, insultos, humillaciones y agresiones por parte de todos los lugareños (tal como me pasa a mi hoy en día) y nos fuimos a vivir a un pinche pueblo culerísimo y bien de la verga llamado Tolúca.

Continuará...
Saludetes