Presentándome al mundo

Hola a todos, queridos amigos.

Antes que nada, quisiera decirles que como en el llamado 'blog chingativo' más de una vez hicieron que llorara desnudo en un rincón de la regadera mientras abrazaba mis rodillas meciendome adelante y atrás decidí abandonar ese sitio, ya que sus vulgares integrantes no aprecian mi verdadero valor ni entienden mi proceder.

Tal vez para que tu, fino lector, entiendas un poco mejor porque soy como soy, es que he decidido dar a conocer esta autobiografía.

Para ser justos, comezare esta historia narrando la historia de mi madre. La menor de 19 hermanos reconocidos por mi abuelo (Tata grande, como siempre le hemos dicho) vivían en una rancheria de la sierra de Oaxáca y como eran pobres como la puta chingada ya que mi tata grande era un campesino jornalero y alcohólico que no ganaba ni el salario mínimo y que se gastaba sus patéticos ingresos en pulque y aguardiente, obligaba a mi abuela y a sus hijos a ganarse el pan a como fuera, el sólo llegaba al jacal embrutecido del alcohol a madrearse a mi abuela y a cojerse a todo aquel que estuviera a su alcance... Fue así como mi santa madrecita, a sus 13 años empezó a trabajar recogiendo corcholatas y limpiando escupitajos tuberculientos del suelo de la pulqueria del pueblo.

Cuenta mi santa madrecita que una noche antes de entrar a su trabajo sus enaguas se atoraron en un maguey en el camino y ella, por miedo a no ganarse el sustento del día, entró a la pulqueria usando sólo sus raidos y remendados calzones de manta, no pasó mucho antes de despertar la lascivia en algún parroquiano quien de una bofetada la mandó de nalgas al suelo y empezó a violarla salvajemente, al darse cuenta de que ella no era virgen (pues mi tata grande se había encargado de eso) fue tal su enojo que la golpeó hasta cansarse e incitó a todos los demás a participar de aquel abuso; rapidamente mi tata grande corrió hacia donde estaba su hija tendida en el piso y vociferando como poseso dijo " a ver hijos de su puta madre, está es mi hija y si se la quieren cojer le van a tener que entrar con 50 centavos " acto segido le metió su diminuta y putrefacta verga en el mono, dejando libres para los demás el ano y la boca de mi santa madrecita, ese día fue poseida por todos los lugareños hasta que amaneció.

Nada hubiera sido diferente de no ser porque, al siguiente mes a mi santa madrecita no le bajó la regla...

Continuará...

Saludetes presentandomentes